Otro día más en la gran ciudad. Otro día más haciendo las mismas cosas. Otro día más....
Salgo siempre a la misma hora y me dirijo como cada día a mi trabajo. Voy por las mismas calles y siempre me cruzo con las mismas personas. Me quedo observando un instante a la gente que me rodea y siempre van con la misma expresión: mirada abajo y caminando como autómatas dirigiéndose a no se sabe donde. Quizá igual que yo.
Llego a la parada del autobús. Siempre la misma parada y siempre a la misma hora. Me quedo mirando a unos chicos que seguramente acaben de salir del colegio. Veo unas chicas que sonríen, no tendrán más de 14 años y hablan de cosas vanas. De su nuevo smartphone, de si esto o aquello y me fijo en como van vestidas, como van maquilladas, y no puedo dejar de pensarlo; -"Si es que no me extraña. Ya de pequeñas van como putas, pues que será cuando sean mayores".
Entonces me fijo en una pareja de adolescentes que están junto al grupo. Ella no tendrá más de 15 y el igual. Ella es española, rubia, seguramente teñida, guapa la verdad, y el..... el es sudamericano. No se si consciente o inconscientemente, pero me vuelvo hacia la carretera y escupo. Quizá de asco. ¿Cómo puede ser?, ¿Es que no hay ningún chico español que merezca la pena, es que tiene que venir un sudamericano a llevarse a nuestras mujeres?. Me dan ganas de poder cortarle a pedazos con mi espada......
No seáis hipócritas, seguro que vosotros habéis pensado lo mismo alguna vez.
Entonces llega el autobús, siempre a la misma hora. Siempre el mismo conductor. Siempre lleno de gente. Saludo al conductor. Sólo por educación, no porque le conozca. Y me siento, siempre en el mismo asiento. Y me paro a reflexionar observando a la gente, escuchando sus conversaciones vacías. ¿Por qué siempre hacemos lo mismo? ¡Todos los días es lo mismo!. Quizá el argumento de Matrix retome un aire de cruda realidad en este instante. ¿Realmente somos libres?, ¿O somos todos esclavos del sistema, y la realidad que nos rodea es un mero espejismo para que no abramos los ojos?
Llego al trabajo. A la misma hora, el mismo horario de todos los días. Me siento en el mismo puesto, y realizo el mismo trabajo de todos los días.
Termina mi jornada, y vuelvo a casa. Siempre a la misma hora, siempre por el mismo camino. Entonces me pregunto qué diferencia hay entre el día de hoy y el de ayer, y lo más inquietante, qué diferencia habrá entre el día de hoy y el de mañana.
Me temo que ya conozco la respuesta........